Bienvenid@s a este blog que para mí sin lugar a dudas es muy especial... ¿El motivo? Que desnudo mis pensamientos



lunes, 27 de septiembre de 2010

Los estudios y la edad

¿Cuanta gente después de haber "asentado" la cabeza, opta por comenzar a estudiar? Muchos, por no decir que el porcentaje es bastante elevado.

La experiencia de la vida nos obliga en muchas ocasiones a retomar estudios o empezar de nuevos a edades que socialmente se consideran tardías. Es habitual conocer gente en la cual sus edades no corresponden a lo que típicamente es aceptable y en muchas ocasiones esa no aceptación crea inseguridades y sentimientos depresivos por no estar a la altura de la sociedad.
Muy a pesar que socialmente no está bien aceptado es cada vez más habitual encontrarnos en esas situaciones, ya sean aprendiendo idiomas porque los puestos de trabajo los exigen, haciendo post grados para obtener mejores ingresos o estudios nuevos para cambiar nuestras vidas. Esas circunstancias no son malas según la perspectiva que empleemos; vivimos para cambiar nuestras vidas todas las veces que queramos o según las circunstancias que nos obliguen a ello y en esos cambios podemos obtener gratificación personal, económico y/o social. Pero lamentablemente no todo es positivismo, también está la parte en la cual arrastramos unos años en el que nuestra economía flojea, en la que tardamos más en hacer las cosas típicamente aceptables o incluso hacemos más tardía la época del matrimonio y tener hijos.
Si a todo ello unimos los estatus de la sociedad, los comentarios mal dichos y las insinuaciones de "vas atrasado" incrementamos los síntomas de baja autoestima por no ser como los demás, inseguridades e incluso en algunos casos, estados depresivos.

La sociedad va evolucionando y por consiguiente los cambios de mentalidad también pero esta última opción, la experiencia hace que a pesar que las personas tardemos más en acabar las cosas, sigue siendo mal visto, muy a pesar que estadísticas y estudios nos informen afirmen de que la sociedad ha cambiado con la relación tiempo-edad.

A pesar de esos puntos negativos que en ocasiones son graves y vienen dados por la sociedad, es decir, por terceras personas, hay que evaluar que uno/a es libre de hacer lo que quiera y cuando quiera siempre y cuando el fruto de ello sea la satisfacción personal y por consiguiente, la felicidad.

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