Bienvenid@s a este blog que para mí sin lugar a dudas es muy especial... ¿El motivo? Que desnudo mis pensamientos



jueves, 5 de noviembre de 2009

Una operada

Nunca mejor dicho esa expresión. 

He mencionado en alguna ocasión que he sido una de esas mujeres que han pasado por un quirófano para una cirugía de estética. 

En estos días, he ido viendo por 20minutos.es opiniones o artículos de mujeres que hemos pasado por el quirófano y en consecuencia, comentarios de usuarios que la mayoría califican a las mujeres que hemos pasado por un quirófano por: artificiales, insensatas, infelices, sin materia gris en el cogote... vamos, unas lerdas.

El caso es que lógicamente que existen mujeres así y aunque suene paradójico, soy de las que opino que el porcentaje es bastante alto, pero aún así hay mujeres que NO lo somos y que somos justamente todo lo contrario.

Hay mil factores que pueden llevar a una mujer a someterse a un cambio.. porque al fin de cuentas, de eso hablamos, de un cambio físico. Existen que lo hacen por la sociedad, por gustar a los demás, por trabajo (en el caso de modelos, bailarinas, actrices, etc), pero también las hay por sentirse insatisfechas con lo que tienen, acomplejadas e incómodas de verse.

Yo me operé del pecho. Lo hice en el momento que, estaba preparada y cuando tuve el dinero (lógicamente). 
¿Motivo? Estaba acomplejada. Pasé de una 95 a una 85 (la 80 si quería que "subieran" algo) y no me sentía cómoda... incluso no me sentía sexy. Comparo el pecho con las partes masculinas de un hombre... si un hombre tiene una medida relativamente pequeña, no se sienten cómodos y eso en cierto modo se entiende, en cambio, en las mujeres no ocurre lo mismo. Si tienes poco pecho, eres una superficial... cuando a día de hoy, las mujeres necesitamos tener un pecho, no gigantesco pero sí "aceptable" pues es una de las partes que nos hace sentir MUJERES.

¿Soy superficial, poco inteligente e insensata? No. Decidí operarme en un buen sitio, en una buena clínica (Clínica Corachan de Barcelona)y con una buena cirujana. 
Lógicamente que sabía que había un riesgo (soy de ciencias, así que una idiota no es), y era consciente de los pros y los contras, por ello, la decisión más importante fue DONDE y QUIEN.

No me considero ni superficial, ni estúpida, ni insensata. A día de hoy puedo sentirme una mujer muy realista y con las ideas muy clara. Sé donde está el norte y sabía desde primera mano, qué es lo que me estaba jugando, por ello, toda mujer que decida operarse, debe de elegir el lugar y quien, pues es la clave para no cometer un error.

Lo hice por mí, porque quería gustarme más y jamás podré decir que era para lucirlas, pues no, todavía no he enseñado el canalillo a 7 meses que  me operé, pues no necesito enseñarlas al público, sino que cada día al levantarme y ponerme sobre un espejo, pueda ver unos pechos bonitos, una medida aceptable y solamente para mí.

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