Carta a Dios

Hace bastante tiempo encontré un escrito que irónicamente hecha por tierra el tema del cristianismo. Lo encontré en un momento de mi vida que me atraía todo lo que estuviera en contra de gradiente sobre eso.

En algún momento de mi vida, en mi niñez, fuí creiente seguramente infundado por las creencias evangelistas de mi familia y seguía lo que me dijesen, pues siempre te han inculcaldo desde la infancia que ser creiente, es ser buena persona y así lo hice.

Recuerdo que el momento donde dejé de creer en ese Dios que ninguno de nosotros hemos visto, fue en el momento de la muerte de mi abuelo. No entendía como le había dado una muerte tan indigna, con tanto sufrimiento, cómo podía darle la muerte a un hombre que era una bellísima persona... y fue justo en ese momento en que dejé de creer, cuando me di cuenta que las bellas personas se van de un modo injusto de nuestras vidas y como se suele decir, las verdaderas personas que no lo merecen, viven hasta saciarse de joder la vida de su entorno y como he dicho y se suele decir "la mala hierba nunca muere".

Sin irme por los laureles, aquí dejo el escrito que encontré en su día y que puede hacer pensar a más de uno.

Padre nuestro perdóname por haber odiado a mis enemigos,

Por no haberme arrodillado ante ellos,

Por no haberlos amado, por haberlos odiado y despreciado,

Por no haber ofrecido la otra mejilla,

Por haberles tratado igual que ellos me trataron a mí.

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Padre nuestro perdóname por no haber creído en ti,

Por haber sido sabio, por dudar de todo en esta vida,

Por no haber seguido las reglas de nadie,

Por haber estado solo toda la vida,

Por no haberme unido al rebaño tuyo,

Por haber bagado sin rumbo,

Antes que me guiases con mentiras.

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Padre nuestro perdóname por no ser un cobarde,

Por haber luchado contra la inquisición,

Por haber cazado al cazador,

Por defender al indefenso del débil,

Por haber enseñado a la gente a odiar con todo su alma,

Para que cuando amen lo hagan con todo su corazón.

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Padre nuestro perdóname por haber llevado a la gente al pecado,

Para apartarles de la abstinencia y la esclavitud,

Para mostrarles los caminos de la libertad,

Por no haberles dejado perecer en tus cárceles,

Donde la mente sabia envejece y se pudre.

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Padre nuestro perdóname por no estar en el cielo contigo,

Por no ayudarte con tu dictadura,

Perdóname por estar en el infierno abrasándome con la sabiduría,

Por respirar humo lleno de libertad,

Perdóname por ser distinto.